Linux ofrece diversas herramientas para gestionar variables de entorno, y una de las más importantes es el comando export. Este comando permite definir variables en el entorno de una sesión de shell y hacerlas accesibles para otros procesos. A continuación, exploraremos su funcionamiento y cómo usarlo de manera efectiva.
Las variables de entorno son valores almacenados en la memoria que influyen en el comportamiento del sistema y de las aplicaciones. Se utilizan para definir configuraciones como rutas de búsqueda, directorios de trabajo y preferencias del usuario.
Por defecto, cuando se define una variable en la terminal, esta solo está disponible en la sesión actual. Si se ejecuta un script o un proceso nuevo, la variable no será reconocida a menos que se haya exportado. Aquí es donde entra en juego el comando export.
El comando export se usa para hacer que una variable de entorno esté disponible para todos los procesos hijos de la sesión de shell actual. Su sintaxis básica es la siguiente:
export NOMBRE_VARIABLE=valor
Al ejecutar este comando, cualquier script o proceso iniciado desde la misma sesión podrá acceder a la variable.
Ejemplo básico:
export MI_VARIABLE=”Hola, mundo”
Para ver qué variables han sido exportadas en la sesión actual, se puede usar:
export -p
Este comando muestra todas las variables de entorno activas.
Si es necesario eliminar una variable exportada, se puede usar la opción -n
export -n MI_VARIABLE
Tras ejecutar este comando, la variable dejará de estar disponible en la sesión.
En este ejemplo veremos la declaración de la variable MI_VARIABLE. En primer lugar intentamos acceder al valor de MI_VARIABLE con el comando echo, para demostrar que no existe una variable local en esta sesión de shell con ese nombre. Posteriormente declaramos MI_VARIABLE de manera local asignando el valor 10. En este punto del ejemplo MI_VARIABLE existe de localmente, es decir solo podemos acceder a la misma dentro de esta sesión, si intentamos acceder a ella desde otro proceso, un script por ejemplo, no tendríamos acceso. Para que la variable esté disponible para otros procesos usamos el comando export y nos aseguramos de poder acceder desde ambos ámbitos. Por último la eliminamos.
El comando export en Linux es esencial para gestionar variables de entorno y compartir configuraciones entre procesos. Aprender a usarlo correctamente facilita la administración del sistema y la ejecución de scripts de manera eficiente.